Imagínate que eres una agencia de marketing y tienes la posibilidad de pillar a Renfe como cliente.

Citas a los representantes de la empresa en tu oficina y preparas minuciosamente cada detalle de la reunión.

Es una gran oportunidad. Quieres subirte a ese tren.

Pero pasa algo.

Algo que lo cambia todo.

La persona de tu equipo que los recibe ha tenido un mal día y los atiende de malas maneras, masticando chicle y sin apenas mirarlos a la cara.

Les hace pasar a una sala con sillas incómodas donde se quedan 45 minutos esperando hasta que, enfadados por el trato, se levantan para irse. Entonces te diriges a ellos.

Eso mismo fue lo que una agencia británica hizo, intencionadamente, a los representantes de British Rail (el Renfe inglés).

Cuando, indignados por el trato, se disponían a irse, salió el director de la agencia y les dijo:

–Enhorabuena, caballeros, han experimentado su propio servicio. ¿Hablamos de cómo podríamos mejorarlo?

El resto de agencias se limitaron a contar las acciones que llevarían a cabo.

Los sentaron delante de una mesa cara con una presentación llena de excels.

Mucha información, poca comunicación.

La ganadora, la que de verdad funnelizó, comunicó de verdad dirigiéndose al punto clave del cerebro humano.

En el curso de funnelizaciones "No se lo digas, muéstraselo", vemos cuál es ese punto, y cómo palparlo a tu gusto.

Es un curso muy bueno, pero hay muchos más, por algo es la Casa del Valor.

El día 17 tendremos muchas novedades, mucho más valor.

El día 17 subirá de precio.

El día 17 haremos un homenaje al 17, y será póstumo.

Si quieres, puedes subirte a este tren.

Un saludo

Alvaro

P.D.